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Hermanas Carmelitas Teresas de San José


INICIO DEL NOVICIADO

El jueves 22 de febrero tuve la dicha de ser animada por el Señor en compañía de las hermanas de las comunidades de Madrid en mi entrada a la etapa del noviciado. Esta nueva etapa es fundamental dentro de la formación en la vida religiosa pues en ella se fortalecen las motivaciones y el sentido de pertenencia a la Congregación e identificación con el carisma y la misión.
Ciertamente me experimenté convocada por el Señor y, en primer lugar, agradecida por las vidas y la vocación de cada una de las Hermanas que, desde cerca y desde lejos, en comunión por medio de la oración por mi fidelidad, me acompañaron y son para mí como palabras a gritos que testimonian una vida entregada al servicio del Señor y en Él a los hermanos en fidelidad evangélica.


Para llegar a este paso han sido muchas las motivaciones que creo no sería capaz de abarcar todo, pero no puedo dejar de resaltar aquellas que más me han marcado para seguir acogiendo la voluntad de Dios en mí. Antes que todo lo que me ha animado en este camino ha sido el deseo profundo de responder con generosidad a la llamada, al amor que el Señor me continúa haciendo para estar con Él y servirle en la Iglesia como parte de una familia religiosa.


También me mantiene motivada el querer seguir creciendo en el camino de seguimiento de Jesús y estar abierta para la realización del plan de Dios conmigo como novicia de las Hermanas Carmelitas Teresas de San José. Pero en especial me ha motivado a llegar hasta este paso el Espíritu de Dios que siempre sopla donde quiere y como quiere y es el maestro interior por excelencia y esto lo ha hecho a través de rostros concretos en mi proceso, que han sido: Mi familia, mis padres y mis hermanas y en especial también aquellas Hermanas de la Congregación que Él mismo me ha regalado en estos años de formación, hermanas que han estado cercanas a mi crecimiento y maduración personal y espiritual y que han sostenido mi opción por Jesús por medio de su oración y ejemplo de caridad fraterna. Por eso, es justo dar gracias a tu Madre oh altísimo y proclamar tu gran misericordia y fidelidad conmigo. ¡Hágase en mi tu voluntad, Señor!


María Isabel Bruján Puente, novicia ctsj

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LAS TERESAS DANDO VIDA POR AMOR

Los días del 23 al 25 de febrero, se realizó una convivencia juvenil vocacional en las instalaciones de los Hogares Teresa Toda de Azua, dirigida por las Hermanas Carmelitas Teresas de San José. Participaron 15 jóvenes de distintas localidades del país.


Aquí dejamos algunas de sus experiencias, contadas por ellas mismas:


Esta experiencia ha despertado más en mí, el deseo de seguir a nuestro Dios, su camino. El momento de la vigilia me ayudó a conectarme con Dios y el compartir con las niñas del hogar. Miguelina 16 años.


La convivencia fue un momento importante para mí, ya que pude salir de mis zonas de confort lo cual nunca lo había hecho. Sentir la paz y la armonía que transmiten algunas personas fue increíble. Los momentos con las niñas fueron inolvidables.


Un momento importante y muy marcador en mi vida, fue la misión en Sabana Yegua, porque pudimos ver que no debemos estar quejándonos por las cosas que tenemos, porque hay personas que desearían tener esa poca cosa que tenemos y que debemos ser agradecidos con con Dios.


La convivencia fue un momento de conexión con Dios, de acercarnos más a Él y de reflexionar sobre el sí de María, que debemos decirle sí al amor de Dios y abrir nuestro corazón como lo hizo María. Yo viví la convivencia con alegría y con ganas de conectar más con Dios y fue maravilloso haberme acercado un poco más a Él. Alejandra 16 años.


Mi experiencia fue muy buena, porque pude encontrarme conmigo misma y preguntarme qué Dios quiere de mí. También fue muy especial compartir con las niñas, el momento de la Eucaristía me encantó. Me he sentido muy feliz. Lorena 16 años.


La experiencia me ayudó a conocerme mejor a mí misma y a mis compañeras, a reflexionar sobre la vida de las Fundadoras Teresa Toda y Teresa Guasch, aprendí de ellas, que si nos ponemos en las manos de Dios y aceptamos lo Dios nos manda, no hay obstáculo que no podamos vencer. Por otra parte, el estar con las niñas del hogar es una experiencia siempre agradable que me llena de armonía. Yuleidi 20 años.


La experiencia vivida fue increíble, me gustó muchísimo, me marcó mucho en todos los aspectos, es una experiencia que te hace pensar y valorar cada día lo que te rodea y las personas que están contigo, lo que es compartir y dar una palabra de aliento a esa persona necesitada. También conocer a las niñas, brindarle compañía, encontrarme con Dios en los momentos de oración. Estoy muy agradecida por esta oportunidad, deseo que se repita. A través de esta experiencia, volví a preguntarme lo que Dios está buscando de mí, qué quiere Dios conmigo. María Isabel 22 años.

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HERMANAS CARMELITAS TERESAS DE SAN JOSE. 75 ANIVERSARIO EN REPUBLICA DOMINICANA

El sábado, 17 de febrero 2024, se celebró en la Parroquia Nuestra Señora de los Remedios de Azua, República Dominicana, la Eucaristía de apertura del 75 aniversario de la llegada de la Congregación de Hermanas Carmelitas Teresas de San José a Tierra Dominicana.


La Eucaristía la presidió Monseñor Tomás Alejo Concepción, Obispo de la Diócesis de San Juan de la Maguana y Monseñor José Dolores Grullón, Obispo Emérito, concelebraron los sacerdotes, Padre José Antonio Duván López y Padre Bernardo Peralta. Con inmensa gratitud y gozo en el corazón, participamos de esta entrañable Eucaristía, casi todas las Hermanas del país, profesores, miembros de las Fraternidades Carmelitanas, alumnos, exalumnos, padres de familia, amigos, bienhechores y familiares.


En el marco de la fiesta del 146 aniversario de la Congregación de las Hermanas Carmelitas Teresas de San José, se dio apertura del año jubilar, 75 años de labor en Azua, en el Colegio San José y Hogares Teresa Toda.


Fueron emotivas y afectivas las palabras de la Homilía de Monseñor Grullón, dirigidas con cariño a la labor realizada por la Congregación en estos 75 años de misión; expresando que las Hermanas Religiosas han sido y son estrellas que han iluminado muchas vidas y hoy muchas de ellas ya brillan en el Reino de los cielos, dijo también, que muchos egresados, estudiantes, familias, brillan por sus buenas acciones, gracias a la educación recibida. También se refirió a la promoción de tantas personas que las Hermanas han evangelizado y formado en muchos campos y barrios de Sabana Yegua, Proyecto 2C y barrios periféricos de Azua y del Sur profundo, refiriéndose a San Juan de la Maguana y Elías Piña.


Terminada la Eucaristía, se ofreció un brindis para todo el pueblo presente, y se pasó al salón de actos del Colegio San José para disfrutar del almuerzo, amenizado con dos grupos artísticos invitados, los Hermanos Leiva y el grupo de Mangulina del ballet Folklórico Ramón Madora, siendo un espacio agradable de compartir familiar.


Hna. Teresa Jiménez Fernández, ctsj

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CON UN CORAZÓN AGRADECIDO

Queridas Hermanas:


Desde Reus, donde me encuentro, quiero hacerme eco, en nombre de las tres Hermanas que vivimos la última temporada en Veguellina, antes de viajar a nuestros destinos.


Las Hermanas: Pilar Montejo, Rosalía Llamazares y una servidora, Carmen Gil, agradecemos las muestras de cariño recibidas de todo el pueblo de Veguellina, los gestos y palabras de consuelo que nos han ofrecido las Hermanas de las comunidades, quienes, al igual que nosotras, sienten nuestra partida de esa querida tierra, dejando vacía la casa y C/ de CARMELITAS Nº 1.


Hemos vivido unos meses en los que no podíamos expresar lo que sentíamos, hasta tener claro el momento y el día de despedida, pero lo sentimientos se iban agolpando y haciéndose más cercanos y presentes, cuando la fecha se aproximaba, realidad que nos afectaba y conmovía. Esta experiencia, también la vivieron otras Hermanas que no eran de la comunidad, por lo que nos compartían. No ha sido fácil, dejar una Casa que guarda tantos recuerdos, el pueblo con el que hemos hecho camino, tantas experiencias que llevamos en la memoria y el corazón.


En nuestros momentos de recreo y en otros espacios, comentábamos lo vivido y los recuerdos que teníamos del pueblo y sus gentes, la relación con los grupos, las atenciones recibidas, la delicadeza y familiaridad en el trato, la ayuda que nos ofrecieron los diferentes grupos parroquiales: catequesis, coro etc., una serie de manifestaciones de cariño que nos han marcado y que hizo más difícil la despedida. Tenemos mucha gratitud ante todo el bien recibido.


Nos alegra recordar, cómo la gente entraba en casa, como si fuéramos su familia; el coro Parroquial y los grupos de catequesis, utilizaban salas de ensayo para los cantos y fiestas que nos prodigaban y ellos mismos arreglaban y ordenaban todo, éramos una gran familia. Así fue nuestra experiencia con nuestro querido pueblo de Veguellina.


Nos llena de gozo recordar las despedidas en la Parroquia y la entrañable Eucaristía celebrada por el Obispo D Jesús de Astorga, donde estuvimos acompañadas por una representación de Hermanas y por toda la gente que nos aprecia y que valora el trabajo y dedicación de las Hermanas que han pasado por esa presencia. Posiblemente, ya conocéis detalles significativos, de esa emotiva celebración, por los comentarios que hicieron las Hermanas que asistieron. El momento de despedida en el pueblo, también se recogió en un vídeo que esperamos ver cuando lo transmitan.


Los días antes de retirarnos de Veguellina, vivimos encuentros con diferentes grupos que querían manifestar su adhesión a nuestro cariño y atención, el apoyo fue masivo.


El Alcalde y sus concejales, se hicieron presentes en casa para ofrecernos un simbólico regalo de su parte, nos lo entregaron y manifestaron su agradecimiento por la confianza depositada en ellos. Los grupos del coro y catequistas el último día, fueron a despedirnos con chocolate y pastas, a la vez que nos llevaron su regalo. Eso nos colmó de admiración y gratitud.


Cada vez que alguien llamaba a nuestra puerta, era para manifestar agradecimiento y apoyo. Ver cerradas las puertas, era motivo de nuestra ausencia, realidad que les costaba aceptar.


Muchos nos ofrecían sus casas, porque les sobraba sitio, sentimientos para retenernos, ignorando las verdaderas causas de nuestra salida.


Su consuelo era: “alguna vez vendrán por aquí”. Nosotras, que nos tocó vivir esos inolvidables momentos, agradecemos el apoyo a las decisiones tomadas, cuando no se ve otra opción a corto plazo. Hemos estado contentas y agradecidas en nuestra estancia en la casa que fue nuestro hogar durante 74 años.


Los recuerdos siguen llegando a nuestros móviles, manifestando el vacío que notan al pasar por nuestra casa. Esperan que en algún momento podamos recuperar lo que hemos dejado con nuestra presencia, aunque sea por poco tiempo, y ver abiertas sus puertas. En verdad que VEGUELLINA y sus gentes se lo merecen.


Esperanza no falta en Hermanas que desean pasar algunos días en ella. ¿Será en verano?

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ENCUENTRO DE NAVIDAD

“El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz…” (Is 9,2)


Los días del 27 de diciembre al 2 de enero 2024 nos reunimos todas las hermanas de República Dominicana en el Carmelo, en la Capital.


Iniciamos con el Encuentro orando juntas la liturgia de Vísperas y luego compartiendo la cena con el toque festivo navideño propio de esta octava.


Al día siguiente sin afanes de madrugar salimos rumbo a Bayahibe, donde nos encontramos con el espléndido regalo de un resort. Gozamos de un día templado. Un cálido y atento recibimiento en el hotel y una esmerada atención todo el tiempo. Un espacio para la convivencia, el descanso y la recreación, muy necesario, que todas las participantes disfrutamos y agradecimos mucho.
Cargadas las baterías, al día siguiente vivimos con intensidad el día de retiro, enmarcado en la liturgia del día. La propuesta de reflexión – oración: Ir a Belén: “contemples lo que ha sucedido allí…”. Oramos con los textos de Lc 1, 6-20. Conforme a las dos pautas propuestas, nos acercamos a Jesús recién Nacido para contemplarlo, adorarlo y reiterar la ofrenda de nuestra persona. Permitiendo que el misterio de la Navidad interpele el hoy de nuestra vida.


A media mañana tuvimos también un espacio muy especial de adoración con tinte carmelitano.


Por la tarde nos reunimos para compartir nuestras resonancias del día, teniendo como referencia a la Sagrada Familia, en su sí renteramente disponible a la voluntad de Dios. Fue un momento clave, para comunicar las luces que el Señor nos regalo en la proximidad con María, José y Jesús, para identificar nuestras búsquedas, alegrías, temores, capacidad de amar, llamadas que el Espíritu nos hizo.


Concluimos el día con la celebración de la Eucaristía, presidida por el padre Francisco Escolástico, y la rica cena.


Nuestro segundo día, una jornada de reflexión prevista en tres momentos, dos por la mañana y uno por la tarde. Fue acompañada por el carmelita descalzo, Ariadis. La temática: la centralidad de Cristo en nuestra vida. A ejemplo de Jesús: vivir como mujeres ungidas por el Espíritu, mujeres de fe, orantes, fraternas y conciliadoras, de gran esperanza, fecundas, valientes, apasionadas por la vida… “mujeres del alba”. Mujeres que reconocen la noche que atraviesan, pero no paralizadas por el miedo o la desesperanza, al contrario sabedoras del gran tesoro del Carisma heredado por las Madres Teresa Toda y Teresa Guasch, atentas a los clamores de la humanidad.


Nuestro tercer día: ¡libre! Un día fresco, lluvioso…Oramos la liturgia de Laudes, celebramos la Eucaristía de domingo en la parroquia Santísima Trinidad y el último día del año y domingo transcurrió silenciosamente… A las 10:30 p.m. oramos haciendo ofrenda de todo lo vivido a la largo del año 2023, en tónica humilde y agradecida y abriéndonos para recibir el nuevo año que Dios nos concede el 2024. Siguió luego el brindis y subir al terrado a ver el derroche de fuegos pirotécnicos de la ciudad.


El cuarto día, 1° de enero de 2024, tuvimos la Eucaristía a medio día, presida por José Zaglur “Chumi”, sacerdote jesuita. Celebramos a María, Madre de Dios y nos unimos a la súplica por la paz de nuestro mundo.


Por la tarde tuvimos un espacio recreativo: algunos juegos, rifas, karaoke. Se nos hizo entrega de un regalo con motivo del 75 aniversario de la llegada de las hermanas Carmelitas Teresas de San José a esta querida Nación. Se abrió también un espacio para evaluar el encuentro. Se valoró especialmente la buena organización del equipo todo se realizó conforme a lo previsto, se consideraron tiempos para descansar, reflexionar, orar y convivir. Un, gracias especial, para la comunidad que nos acogió.


Un cariño saludo de parte de todas las hermanas. ¡Un bendecido año para todas!


Hna. María Cristina Sánchez Chávez, ctsj

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RENOVACIÓN DE PROMESAS

El sábado 28 de octubre ha pasado a ser una fecha importante en la historia más personal e íntima de la Fraternidad Anawín del Lepe, porque fue el día en el que volvimos a renovar nuestra promesa, con la particularidad de que esta vez, lo hicimos en el centro de nuestro origen.


Anawín nunca soñó hacer la renovación de la promesa en el templo parroquial de Riudecanyes, lugar donde nuestras Venerables Madres fundadoras nacieron al mundo y a la Iglesia. Además, tuvimos la inmensa alegría de que parte de nuestros propios orígenes también se hicieran presente: la hermana Eulalia y la hermana Encarna nos arroparon con su presencia, igual que lo hicieron con el cariño y la oración la hermana Rafaela desde Burgos, la hermana Mª. Lourdes y Duvita desde Santa Marta y la hermana Estefanía desde Madrid, así como las hermanas Cecilia, María
Jesús y Ximena de la Comisión General de la Fraternidad Carmelitana, la hermana Juana Dolores y la superiora general Hna. María Rosa del Gobierno General. A todas nuestro agradecimiento y cariño.


Pero, además, el Señor nos concedió el honor y la satisfacción de que la Fraternidad Carmelitana “Violetas del Carmelo” de Madrid y la Fraternidad Carmelitana “Misericordia” de Reus, magnífica anfitriona del III Encuentro Nacional de Fraternidades Carmelitanas de España, celebrado los días 28 y 29 de octubre en Reus, fueran testigos emocionados de nuestro compromiso.


Ante nosotros se abren nuevos retos, nuevas metas, nuevas incertidumbres, pero no estamos solos, el Señor, su Santísima Madre, San José, Santa Teresa, nuestras Venerables Madres fundadoras y todo el Instituto de Hermanas Carmelitas Teresas de San José representado en la hermana María Soledad Martín y la hermana Teresa Llamazares que nos acompañarán a partir de ahora, velarán por nosotros.


El Señor sigue estando grande con nosotros y estamos alegres.


Manuel Ponce Ortiz. Fraternidad Anawín

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EN CAMINO, ANIMADAS POR LA FRATERNIDAD

Los días 23 y 24 de septiembre estuvimos reunidas en El Carmelo, Santo Domingo, todas las Hermanas de las comunidades de República Dominicana.


Iniciamos el día 23 con la celebración de la Eucaristía que presidió el P. Cristian Espinal, sj, quien nos animaba a vivir este encuentro desde la fraternidad y comunión, sintiéndonos Hermanas.


Al terminar la Eucaristía compartimos nuestra vida, vocación y búsquedas en grupos de crecimiento, cuyos nombres eran: violetas, misericordia y fidelidad. Después del trabajo grupal presentamos de forma creativa lo conversado. De esta manera entre todas nos enriquecemos.


Terminamos nuestro primer día de encuentro animadas porque en enero del próximo año estaremos celebrando 75 años de presencia en tierras dominicanas, pero también agradecidas porque nuestra Hermana Carmen Fernández quiso compartir con nosotras lo que significó para ella realizar un mes de Ejercicios Espirituales y celebrar 50 años de Vida Consagrada; las Hermanas que participaron en la Jornada Mundial de la Juventud, realizada en Lisboa, nos contaron la alegría del encuentro con el Papa Francisco; nuestra Hermana Stephanie Santiago nos habló de su Profesión Perpetua y las Hermanas que peregrinaron a Tierra Santa se mostraron agradecidas porque conocieron la tierra que pisó Jesús.


El día 24, además de celebrar a la Patrona de nuestro pueblo, la Virgen de las Mercedes, celebramos los 50 años de Vida Religiosa de nuestra Hermana Carmen y la Profesión Perpetua de nuestra Hermana Stephanie. Sin embargo, estos acontecimientos no fueron motivo para dejar de lado nuestras obligaciones. Este día continuamos trabajando por grupos comunitarios, vislumbrando hacia dónde queríamos caminar. Tras un compartir muy sincero cerramos nuestro trabajo pidiéndole a nuestras Hermanas que oremos las unas por las otras, que nos queramos, que nos apoyemos y que vivamos con alegría nuestra consagración.


Dimos término a estos días de encuentro celebrando la Eucaristía, dando gracias a Dios por lo vivido y compartido ¡Esperamos que se repitan estos espacios que nos ayudan a crecer en fraternidad!


Hermanas Stephanie Marie Santiago Pizarro, ctsj y Constanza Andrea Farías Banto, ctsj

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PREREGRINACIÓN A TIERRA SANTA

“El señor ha estado grande con nosotras, y estamos alegres”. (salmo 125)


Entre los días 7 al 14 de agosto de 2023, peregrinamos a la tierra de Jesús las Hermanas Elvira Trigal, María del Socorro Henao, Mayra Peguero, Fabia Peña, Milka Bautista, Beatriz de Santiago, Rosa Elvira Acevedo, María Teresa Quintero y Ángela Ma. Zuluaga, junto con un grupo de laicos, 31 personas por todos. Nos acompañó como sacerdote y guía un Franciscano, hombre de Dios y con amplia experiencia en acompañar peregrinaciones. Antes del viaje, vivimos tres días de preparación, acompañadas por Hna. Carmen Ma. Ugidos, donde las nueve hermanas comenzamos a conocernos más y a hacer experiencia de grupo, sensibilizando nuestro interior tanto a la vocación otorgada como al don de pertenecer a nuestra Congregación.


Sentimos muy cerca la presencia de María en la basílica y gruta de la Anunciación y reconocimos tantas advocaciones marianas, en los retablos de las mismas en la parte exterior del lugar. En la Iglesia de San José, nos alegró mucho sentir tan reconocido a nuestro Santo Patrono ante el anonimato al que nos tiene acostumbradas la historia, y vivimos la experiencia de un rosario josefino muy solemne.


Caná de Galilea: El “haced lo que Él os diga” resonó de muy distinta manera en nosotras, y en el Monte Carmelo, rezamos con el alma la salve y cantamos a nuestra Madre y Patrona de la Congregación, poniendo en sus manos nuestra Congregación con sus proyectos, dificultades y necesidades.


Peregrinar por el monte de las Bienaventuranzas, ir a Tabgha, lugar de la multiplicación de los panes, a la casa y capilla del primado de Pedro a orillas del lago, a Cafarnaúm, Magdala, y recorrer en la barca el mar de Galilea, todo ello nos impactó mucho, humana y vocacionalmente hablando, y nos confirmó en la centralidad de Jesús como absoluto de nuestras vidas. Y subir al Monte Tabor, nos hizo decir también a nosotras: “·Hagamos tres tiendas”, que nos ayuden después a vivir en mayor fidelidad y compromiso en nuestras realidades concretas.


Belén con su entrañable ternura: Allí nacimos con Jesús, celebramos la eucaristía de navidad en la gruta de los pastores y visitamos la basílica de la natividad. En Ain Karem pudimos visitar tanto el Santuario de la Visitación como la Iglesia de Juan Bautista; en estos lugares nos sentimos invitadas a no olvidar la grandeza de la sencillez y la humildad que, reconocemos, tan fácilmente se nos van de las manos.


Jerusalén y los lugares de la pasión, muerte y resurrección de Jesús: Nos transmitieron la impresión y el dolor de estas horas tan difíciles para el Señor. Y estar en el templo de Jerusalén, siendo testigos de cómo confluyen en ese espacio las tres religiones que conocemos, pero cada una por separado, nos evidenció que por el momento, no parece haber muchas señales visibles de que pueda darse la anhelada unidad de los cristianos por la que seguiremos rezando siempre.


El viacrucis por la vía dolorosa nos situó en el entorno real del ofrecimiento de la vida de Jesús por nosotros, y el Calvario y el Santo Sepulcro fueron lugares para postrarnos, orar y hacernos más cercanas al dolor de Jesús y del mundo. En el muro de las Lamentaciones, pudimos sentir especialmente el dolor y sometimiento de las mujeres cuando orábamos con ellas compartiendo el mismo espacio en la parte destinada a nuestro género.


Betania, tierra de los amigos de Jesús, María, Marta y Lázaro: Allí celebramos una hermosa eucaristía dando gracias por el don de la amistad. En el río Jordán renovamos las promesas bautismales y nos bautizamos, y la visita al ardiente y desértico Jericó, a las ruinas de Qumran, al mar muerto y un tramo del desierto de Judea, nos situaron, aunque fuera por ese poco tiempo que estuvimos ahí, en la hondura de la espiritualidad del desierto que vivió Jesús: silencio, tentación y sobre todo afirmación de la fe.


En el cenáculo, renovamos nuestra Profesión Religiosa junto con dos religiosas de otra Congregación que también hicieron lo propio desde la fórmula de renovación de su Instituto religioso. Fu muy especial renovar nuestros votos en este lugar tan significativo.


Terminamos la peregrinación en Emaús, donde también ardían nuestros corazones en la eucaristía que celebramos, y visitamos por último en la ciudad de Jafa el Santuario de San Pedro, antes de volver a “nuestra Galilea”.


Damos gracias a Dios y a la Congregación por este inmenso regalo que se nos hizo en estos días. Lo acontecido en nuestros corazones, sólo el Señor lo sabe, porque, aunque queramos dar razón de las mociones del Espíritu en nosotras, y de los deseos de renovar nuestro compromiso con Jesús en la Congregación, las palabras no alcanzan a describir los alcances de tan valioso regalo.


En nombre de nuestro grupo:


Hna. Angela Ma. Zuluaga, ctsj

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Jornada Mundial de la Juventud

En la madrugada del 31 de julio salimos de Madrid con rumbo a Lisboa para participar en la XXXVIII Jornada Mundial de la Juventud.

Al llegar a Portugal nos recibió la comunidad de la Parroquia Santo Domingo de Ranas y desde allí nos trasladamos a nuestras familias de acogida. El primer día, además de compartir con las familias que nos acogieron, nos dirigimos hacia Estoril para participar en el encuentro de jóvenes españoles. La Eucaristía fue presidida por el Cardenal Juan José Omella, quien nos invitaba a dejarnos renovar por el Evangelio para que seamos promotores de la paz y la solidaridad.

Los días que siguieron transcurrieron en clima de fe y oración. Por las mañanas participábamos en encuentros rise-up (catequesis). Estas catequesis nos ayudaron a fortalecer nuestra experiencia de fe, acercarnos a la realidad de los jóvenes que participaron en esta jornada y vivir los sacramentos (Eucaristía y Reconciliación).

Por las tardes, nos dirigíamos a los eventos centrales. El día 1 de agosto el Patriarca de Lisboa, S.E. Cardenal Manuel Clemente, celebró la misa de apertura en el Parque Eduardo VII. Él nos invitó a sentirnos en casa y a caminar con Jesús para llevarlo a los demás.

El día 3 de agosto tuvimos la gracia de encontrarnos por primera vez con el Papa Francisco quien en sus palabras de bienvenida nos recordaba que en la Iglesia caben todos.

El día 4, acompañamos a Jesús en su camino al Calvario. Fue un momento muy significativo que nos permitió presentarle al Señor las realidades de dolor y sufrimiento que viven los jóvenes de nuestra sociedad: jóvenes que se dejan llevar por las apariencias y que no viven con autenticidad, por nombrar algunas.

El día 5 peregrinamos hasta el Parque Tejo para participar en la Vigilia y vivir un momento de intimidad con Jesús Sacramentado. En el Parque Tejo se reunieron 1.500.000 jóvenes. Sin embargo, era impresionante el respeto y silencio que los jóvenes mantuvieron durante toda la Vigilia. Fue conmovedor escuchar que el Papa nos invitaba a seguir caminando con alegría, pese a las dificultades que encontremos en el camino.

Finalizamos la Jornada Mundial de la Juventud el día 6 de agosto con la misa de envío que presidió el Santo Padre en el Parque Tejo. En esta ocasión el Papa Francisco nos invitaba a ser alegría para otros y a dar testimonio de lo que aquí habíamos vivido.

No podemos dejar de mencionar la alegría de encontrarnos con nuestras Hermanas de Colombia, de República Dominicana y con los estudiantes del Colegio El Carmen Teresiano-La Reina, Chile.

Damos gracias a Dios por esta experiencia de gracia que hemos vivido como Junioras, por la acogida que nos han dado las Hermanas de Agastia y por la disponibilidad y cercanía de la Hermana Lucia Castrillo.

 

Hna. Constanza Andrea Farías Banto, ctsj

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